El proyecto de construcción y operación del Mariscal Sucre incluye un Plan de Desarrollo y Crecimiento Sostenible; que le permitirá responder a las necesidades de transporte aéreo de la capital dentro de los próximos 35 años. Gracias a estas adecuaciones, el NAIQ podrá mantener su categoría B, otorgada por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que certifica su calidad de servicios aeroportuarios.
Según las proyecciones y estadísticas sobre el comportamiento del sector aeroportuario de la capital, se establecieron períodos de 10 años para las adecuaciones y ampliaciones. Además, existe la flexibilidad de expansión en las áreas de Carga, Catering, Aviación General y Estación de combustible. Después del 2030, la terminal original sería exclusivamente internacional y se construiría una segunda terminal nacional. También se contempla la construcción de una segunda pista (auxiliar) de 2.350 metros de largo.
Equipos estandarizados de última tecnología
Los tickets de pasajeros y etiquetas de equipaje se imprimen en las impresoras aeroportuarias. Éstas manejan un formato especial e imprimen en cada ticket un código de barras con la información del pasajero. En la puerta de embarque, un lector óptico registra el ingreso del pasajero. Con este equipo periférico del sistema de chequeo y embarque, se reduce el tiempo de espera en la fila pues se elimina la necesidad de digitar la información del pasajero. El Antiguo Aeropuerto Mariscal Sucre contaba con distintos equipos y modelos para el chequeo periférico. Por otro lado, la nueva base aérea ha estandarizado los equipos a la última tecnología aeroportuaria para un mejor manejo de los pasajeros y el equipaje
El Dato: 9 km aproximadamente de malla perimetral de protección se instalaron en el contorno del Nuevo Aeropuerto Internacional de Quito.