28Mar2013

El Nuevo Aeropuerto de Quito se erige sobre una planicie de 1.500 hectáreas. Para evitar que el agua lluvia interfiera en las operaciones aeroportuarias, se cavó un estanque con un área de 15 hectáreas que facilitará el manejo de las aguas generadas por lluvias torrenciales.

El estanque es impermeable y el talud está recubierto con piedras colocadas a mano para evitar su erosión. Cuenta con dos cáma­ras de sedimentación: una con un volumen de almacenamiento de 13.500 m3 para el lado aire y otra de 15.200 m3 para el lado tierra. El agua que resulte de estas cámaras pasa hacia una piscina permanente de 1,5 m de profundidad y un volumen de almacenamiento de 80.000 m3.

Todo el complejo está provis­to por un Sistema de Colección conformado por zanjas, alcanta­rillas y colectores pluviales. Este sistema dirige el agua lluvia al depósito de recolección por ac­ción de la gravedad.

Adicionalmente, se cavó una piscina auxiliar al norte de la pista que, por el nivel de la zona, recogerá el agua lluvia en este sector. Esta piscina se construyó según las mismas características y criterios de diseño del estanque principal.

Este estanque impermeable es un componente fundamental en el Plan Integral de Manejo de Agua de Escorrentía, efluentes sani­tarios e industriales del Nuevo Aeropuerto. Dicho plan garantiza­rá que los receptores ambiental­mente sensibles en la plataforma y en las quebradas que la rodean no se vean adversamente afecta­dos durante las operaciones del aeropuerto.

Moderna planta trata los efluentes y aguas azules

El tratamiento de agua de efluentes como agua de baños, co­cinas y áreas de mantenimiento, se dirigen hacia una planta de tratamiento donde también se procesan las aguas azules provenientes de los servicios higiénicos de las aeronaves.

Este sistema es independiente y cuenta con varias especifica­ciones de tratamiento como trampas de grasa en las salidas del área de catering, por ejemplo.

La planta de tratamiento de efluentes y aguas azules sopor­ta una tasa de flujo diseñada de 12 litros por segundo y una tasa de flujo máxima de hasta 30 litros por segundo. De esta planta sale agua de calidad, la cual cumple con el marco legal tipificado en el Texto Unificado de Legislación Ambiental Se­cundaria (TULAS).

El dato: 80.000 metros cúbicos es el volu­men de almacenamiento de la piscina permanente del NAIQ.

reservorio

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